En muchas ocasiones, las personas interesadas en cursar alguno de los Másteres AIDIMME-UCV, consultan cómo funcionan las prácticas, con la preocupación de si tendrán que buscar ellos empresas o si pueden tener la seguridad de que las realizarán, probablemente por experiencias anteriores durante sus carreras universitarias o por cómo lo gestionan en otras universidades u otros títulos máster.
Siempre hemos comentado desde la coordinación del máster que, a diferencia de otros centros, otras universidades, en nuestros másteres se hace una gestión diferente de las mismas, vamos a detallar a continuación resumen de cómo y porqué gestionamos de esta forma diferente las prácticas en empresa.
En primer lugar os damos algunos detalles que se pueden entender negativos pero que marcan el punto de partida en la gestión de las prácticas, estamos convencidos de que no hay otra forma mejor de gestionarlas:
- La empresa de prácticas no las selecciona el alumno/a, ni tampoco nosotros como coordinadores.
- No hay un grupo de empresas predefinido donde se realizarán las prácticas en empresa.
- No hay obligatoriedad de que sean remuneradas.
- No es el estudiante el que tiene que buscar las prácticas.
Después de todas estas afirmaciones (más bien negaciones) que seguramente hayan generado cierta intranquilidad respecto a las prácticas contamos la parte positiva y algunos datos (bueno, lo de no tener que buscar empresa imaginamos que sí es positivo):
- Tenemos convenios actualizados con alrededor de 230 empresas, pero ninguna de ellas se compromete a coger a ningún alumno/a en prácticas con ninguna periodicidad.
- Son las empresas (en general, con las que tenemos convenio y todos los años algunas nuevas con las que no tenemos o hay que actualizarlo), las que cuando tienen una necesidad que cubrir (baja laboral, punta de trabajo, nuevo proyecto, ampliación, implantación de nueva norma, certificación y recertificación, nueva planta…) nos solicitan alumnos/as en prácticas. Este es el único requisito que ponemos a las empresas, que tengan una necesidad que cubrir.
- Preguntamos a los/as alumnos/as sus preferencias respecto al ámbito de las prácticas en función del máster cursado (Gestión Integrada, PRL o Doble Titulación).
- En función del perfil demandado por la empresa y las preferencias de los alumnos/as, seleccionamos 4-5-6… CV’s y los enviamos.
- La empresa, generalmente mediante entrevista, selecciona el alumno/a para las prácticas que más se ajusta a sus necesidades.
- Empresa y alumno cierran condiciones (horario, duración, remuneración…). En este punto sí intervenimos con el alumno/a para orientar y si es necesario mediamos con la empresa (evitar que el horario no respete las horas de clase, resolver dudas de alta seguridad social, remuneración…), pero no fijamos las condiciones.
- Comienzan las prácticas y se renovarán tantas veces como alumno y empresa quieran siempre y cuando no se supere el límite máximo de horas (mínimo y máximo en función del máster) y sea como máximo hasta finales del año natural siguiente al de inicio del máster.
- Aunque no es requisito que se remuneren, sí aconsejamos que las empresas lo hagan y la realidad es que prácticamente el 100% de las prácticas que realizan los alumnos/as son remuneradas, ¿el motivo? Entendemos que consecuencia de la forma de gestionarlas, las empresas cubren una necesidad y seleccionan el alumno/a que mejor se ajusta, no se les impone nada, la predisposición a la remuneración es mucho mayor.
Por parte del máster aseguramos que todos los alumnos/as realizan prácticas y que tendrán tantas oportunidades como sean necesarias para que les seleccionen en una empresa (como todo en la vida, unos empiezan antes y otros después).
Las fechas de inicio empiezan cuando las empresas solicitan, un ejemplo, es habitual que haya estudiantes que comienzan las prácticas incluso antes del inicio de las clases en octubre (ya estando matriculados).
Como resumen indicar que, son más las empresas solicitantes que los alumnos/as disponibles para la realización de prácticas.
Esta forma de gestionar las prácticas asegura al alumno/a que en el “peor” de los casos, realizará unas (o varias) prácticas reales-útiles, que le servirán como referencia a la hora de buscar trabajo y en el “mejor” de los casos, una oferta laboral a la finalización de las mismas si se dan otras circunstancias necesarias (buen rendimiento del alumno/a, afinidad con responsables-tutores, necesidad de la empresa de larga duración, recursos por parte de la empresa para contratar…), cosa que todos los años sucede.
Para concluir, no podemos decir en qué empresa harán prácticas los alumnos/as, pero sí asegurar que las realizaran y que serán, en el “peor” de los casos, unas prácticas útiles y reales, los años de experiencia en la coordinación de los másteres, la proximidad del centro tecnológico a las empresas a diferencia de en general las universidades y los resultados que alumnos/as y empresas han tenido hasta la fecha en este ámbito, nos avalan.